jueves, 3 de marzo de 2011

LENZ, Hans. Historia del papel en México y cosas relacionadas 1525- 1950

Algo de uso común, utilizado en infinidad de artículos de uso diario, y al que estamos acostumbrados a emplear y desechar de la manera más sencilla, como lo es papel, tiene un proceso de manufactura de lo más complejo. Su uso y elaboración se remota a las primeras centurias después de Cristo.
 Hanz Lenz, autor de Historia del papel en México, nos muestra la parte artesanal del proceso empleado en la elaboración de papel en la época novohispana, y de todos los conflictos a los cuales se enfrentaron los productores de papel, ante el papel monopolizador que tuvo la Corona Española.
El papel tuvo tres principales usos, el primero fue papel sellado empleado para escrituras utilizadas por las autoridades, el segundo el requerido para la elaboración de tabaco, y el tercero el aprovechado fabricación de naipes o cartas de juego. Las cantidades de papel que eran empleadas en Nueva España eran de tal magnitud que por decreto del Rey (Real cédula del papel sellado), únicamente podía ser utilizado el papel fabricado en la península. El  estanco era tributado directamente a la corona.
Si bien, existía la orden real de la importación del papel, se tiene la certeza de la existencia de al menos tres molinos o batanes ubicados en territorio novohispano, uno en Culhuacán, que ya en 1580 estaba fabricando papel, otro denominado Rancho el Molino de Papel y por último el conocido como Miraflores- Loreto. La cantidad que estos tres molinos podían producir era absolutamente insignificante comparada con la enviada desde la península. El uso que se le daba a esta producción era  para empleos de menor importancia, como el empleado para envolver y conocido (aún hoy día) como papel estraza.
La lectura hace referencia a que la producción del papel era un verdadero arte fabricado de manera manual pero con un orden absoluto en cada uno de los procesos de elaboración. Se tenía perfectamente cronometrados rendimientos de materia prima y tiempo de mano de obra. La primera parte de esta cadena productiva comenzaba con el trapero, que era el encargado de recolectar ya fuera de manera local o regional los andrajos (de lino, cáñamo y algodón preferentemente) que entregaba al intermediario o directamente al molino, de ahí pasaba a manos de las obreras que se encargan de seleccionar el material y dejarlo en condiciones adecuadas (eliminaban los botones y demás añadidos), pasaba a los pudrideros donde se pretendía que el material comenzara un proceso de fermentación.  Pasaban a las pilas papeleras o batanes, de ahí a manos del formador, del ponedor y del separador, que eran los encargados de dar forma al producto. De ahí al proceso de encolamiento, siguiendo por el del lustrado, prensa y contador.
La falta de trapos o andrajos por recolectar mermaron de manera considerable la producción del papel, ocasionando que tuviera que importarse de otros países como  Francia e Italia.
El monopolio por parte de las autoridades no solo consistió en la fabricación del papel, sino también en el uso de la imprenta y de todo lo que ella produjera. Pero también este monopolio sirvió para frenar la divulgación de las nuevas corrientes ideológicas que se estaban gestando y que no eran convenientes ni para el rey ni para la iglesia.

1 comentario:

  1. Esta es una nota super breve de la lectura correspondiente a mi tarea n°2

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